Viluco es la empresa agrícola de Grupo Lucci, que trabaja agregando valor a la producción primaria del campo argentino. Nuestra actividad se desarrolla en el Noroeste del país, sobre un total de 30.000Ha propias, distribuidas en 9 fincas ubicadas en las provincias de Santiago del Estero, Salta y Tucumán, en donde se produce soja y maíz como cultivos principales, y trigo, sorgo, algodón, garbanzo y poroto negro en menores superficies.

En Grupo Lucci consideramos que las Buenas Prácticas Agrícolas constituyen un instrumento estratégico para atender adecuadamente los desafíos del crecimiento cuantitativo y cualitativo en la demanda de productos agroindustriales.

Comprometidos con el desarrollo sustentable y productivo de la región, en Viluco venimos trabajando en la gestión de un sistema de producción sostenible a largo plazo, que implica la implementación de acciones específicas que promueven el equilibrio entre la productividad, la rentabilidad y el cuidado del medio ambiente.


Dentro de la actividad que llevamos a cabo en los distintos establecimientos agrícolas, tenemos como horizonte lograr producciones cada vez más amigables con el medio ambiente, tratando de generar alimentos de mayor calidad e inocuidad para su posterior uso industrial o consumo directo

Ramiro Aznar, Gerente de producción primaria de Viluco.


Cultivos al servicio de la producción 

En Viluco nos focalizamos en buscar soluciones para prevenir posibles problemas en la salud del ecosistema, en lugar de tener que resolverlos, por lo que decidimos implementar estrategias ligadas a la agricultura de la conservación.

El cultivo de servicio, o también denominado de cobertura, consiste en sembrar especies alternativas, aplicadas específicamente para producir servicios eco-sistémicos. Generalmente son especies establecidas entre dos cultivos de verano, que no son pastoreadas, ni incorporadas, ni cosechadas, sino que permanecen en la superficie como protección del suelo, liberando nutrientes como resultado del proceso de degradación de la biomasa.


“Aunque no son cultivos de renta, ya que no son aprovechados económicamente, ofrecen numerosos beneficios”, explicó el Ing. Aznar.


Se siembran con el objetivo de proteger al suelo contra la erosión hídrica, reducir su compactación y mejorar su fertilidad, estimular la fijación de nitrógeno y controlar malezas y plagas, a la vez que permiten incrementar la biodiversidad en los sistemas de producción.

En nuestra empresa entendemos que se trata de una inversión conveniente, ya que contribuye en minimizar el impacto ambiental, aporta nutrientes al suelo, permite un mayor y mejor almacenaje de agua, y ayuda a regular la humedad del suelo, reduciendo el efecto de las altas temperaturas o de la escasez de agua. Asimismo, asegura un mayor rendimiento sobre el cultivo principal, y disminuye el uso de herbicidas y el costo que estos implican.


Campaña 2018-2019 = 28% de ahorro en herbicidas

La nueva agricultura

En los últimos años, la tecnología de pulverizaciones selectivas mejoró de manera notable la eficiencia sobre el control de malezas y la aplicación de fertilizantes. La innovación en las tareas culturales hoy nos permite tomar decisiones económicas y ambientalmente apropiadas para la producción de nuestros cultivos.

Por resistentes y recurrentes, el control de malezas durante el barbecho plantea el desafío de ser eficientes, al tiempo que sustentables. En este contexto, en el año 2018 hemos incorporado el Sistema de Pulverización Dirigida, más conocido como WEEDIT, cuya tecnología consiste en sensores LED infrarrojos que detectan la fluorescencia de la clorofila, permitiendo hacer una dosificación variable, específica y concentrada sólo sobre las plantas.

Este sistema nos ayuda a reducir el consumo de agua y la deriva del producto, siendo capaz de ahorrar entre 40 y 70% de agroquímicos en cada aplicación, minimizando así el impacto ambiental y los costos de producción.


Campaña 2018-2019 = -43%/Ha reducción de consumo de agroquímicos

Otra herramienta que comenzamos a utilizar a partir de la campaña 2019, es la aplicación diferencial de fertilizantes en sitio específico que, a partir de la recolección y manejo de información, nos permite reconocer e identificar variaciones en tipo de suelo, textura, color y productividad dentro de los lotes.

Según diferentes análisis de los suelos, y de las variables de fertilidad de los mismos, se componen mapas que determinan las zonas de suficiencia y de necesidad de fertilizantes, y mediante los cuales se prescribe la aplicación diferencial para cada zona en particular, logrando consecuentemente mayor eficiencia en el uso de los recursos, gracias a la mejor distribución del producto, la reducción de pérdidas de nutrientes por exceso de aplicación, y el ahorro en los costos.